Armamos las mesas en el patio y se organizo una gran comida, con choripanes y pizza.
La portera amasó unos panes riquísimos.
Tan rico estaba todo que durante la comida nadie habló, sólo alcanzábamos a decir, ¡quiero másssss!
Después de jugar un buen rato nos fuimos a pasear entre los altísimos árboles de la isla.
Nos subimos otra vez al "Cau Cau" que nos esperaba en el Puerto Anchorena y fuimos a visitar otro lugar...
El bosque de los Arrayanes.
Todo salió muy bien, agradecemos haber podido compartir tan gratos momentos.